En una maceta chica, donde inicialmente había un tulipán,
se multiplicaron los bulbos y con el frío brotaron cinco tulipanes.
Para que no
compitan por el espacio y facilitar su reproducción, Santiago separó
cuidadosamente los brotes y los trasplantó individualmente en distintas
macetas, a las que se les incorpora una parte de tierra negra y otra parte de
compost. Finalmente se riega para que la planta no sufra tanto el proceso de
trasplante.-